No
quisiera morir sin verte,
insondable
luz que ilumina la conciencia.
Destello
celeste que solo alcanza
el
que logra sosegar sus infiernos
y
amansar sus luciferes…
Quisiera,
aunque sea rozar tímidamente
tu
fulgor para palpar la verdadera paz.
No
una paz postiza o teatral
ni
una paz de seguidores y selfies
sino
una paz trascendente.
Perfume
celeste de fuegos bravos
perfume
que encumbra las conciencias
y
quiebra las cadenas materiales,
escucha
mis súplicas y muéstrame
tus
parajes.
Aunque
tal vez solo te vea
el
día de mi partida,
el
día que me aparte del cuerpo
y
sus paradojas.
Ese
día cruzaré sereno,
cubierto
con tus ramajes
y
satisfecho de haber luchado con los tifones
que
azotaron mi bahía.
Oh
sacrosanta luz que danza ante mi existencia
solo
tú conoces el día que podré reflejarme en tus espejos
…
solo tú lo sabes
Por: Ernesto Marrero
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