Frases del escritor

Filosofía clásica y existencial en torno a la literatura... Un camino para encontrarnos.
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domingo, 28 de enero de 2018

Poema: Bruma





















Bruma

                                                                                                                          A José Ostos 

¡Qué iluso fui! ¡Qué iluso!

Una vez pensé poseer
la llama prometeica de la verdad,
la llama que nadie posee.
Porque la verdad es ignota,
intangible, es un en sí inescrutable.
Es un fantasma que a veces
se deja entrever
…luego se desvanece en lo etéreo

¡Cuánta bruma hay en mis ojos!
… ¡Cuánta bruma!
No alcanzo a ver un claro
que me guíe fuera de esta maleza
ni un fuego certero que ilumine
la penumbra de mi frente

No entiendo por qué
los vientos se comen entre sí
y las voces de acero se derriten
en el horno de la necedad

Bruma de finos cristales
que traspasas mi piel con sutileza,
déjate llevar por la brisa de estas letras
y escóndete lejos de mis versos,
donde mi poesía no pueda encontrarte

Bruma pesada, viscosa bruma,
permíteme rasgar tus vestimentas
y ver más allá de la ignorancia
donde solo pueden llegar los sabios
             … Donde comienza la libertad

Por: Ernesto Marrero R.

Del libro: El Tiempo y su Legado

domingo, 21 de enero de 2018

Galería de Ilustraciones

Naturaleza y Vida



Instintos


La Finitud


Encuentro


El Camarada en la Granja


Naturaleza Inferior y Superior


Opresión y Esperanza


sábado, 20 de enero de 2018

Todos iban


Todos iban desorientados
perseguían un objetivo próximo;
unos iban a su trabajo,
otros al trabajo de otros…

Los ojos errantes y vagos,
hacia la mancha de los pinos
cruzó indolente un enlutado…
──A dónde vas?
            ─No sé ─me dijo.
Todos iban desorientados,
y el enlutado hacia sí mismo!


Poema del poeta venezolano: Luis Enrique Marmol


Luis Enrique Mármol


Poeta, periodista y profesor universitario venezolano, nacido en Caracas en 1897 y fallecido en su ciudad natal en 1926 (vivió a penas 29 años). Hijo del poeta Luis Mármol y de Rosa Amelia Infante y autor de una brillante y singularísima producción poética caracterizada por su riqueza temática y su asombrosa integración de las más diversas referencias intertextuales en la mejor tradición de la poesía clásica escrita en lengua castellana, está considerado -debido más a la coincidencia cronológica que a otras razones estrictamente literarias- como uno de los integrantes de la denominada "Generación de 18", en la que figuran otros nombres tan destacados como los de los poetas Fernando Paz Castillo (1893-1981), Enrique Planchart Loynaz (1894-1953), Andrés Eloy Blanco (1896-1955) y Jacinto Fombona Pachano (1901-1951).

La dialéctica de la vida














De pronto todo está bien,
la brisa avanza con el corcel de la esperanza.
De pronto llegan luces, inciensos,
copas y brindis, el éxito anhelado
y el bienestar

Son momentos en que las calles se ensanchan
y se extienden como verdes praderas
matizadas por el sol,
momentos de viva luz en que los cielos sonríen
y abren sus puertas para que los ángeles
aplaudan

Pero de pronto los días son cenizas,
nieblas grises que opacan los caminos,
sinfonías lentas o tétricas que anestesian
nuestros estados de ánimo,
y todo se vuelve lóbrego y escabroso

Son momentos de veredas tortuosas,
cuando las filosas piedras hieren nuestros pies
y ya no podemos caminar.
Entonces nos hincamos de rodillas,
vislumbramos el cielo y no vemos nada.
Volvemos a levantar la mirada
y solo percibimos sombras y siluetas
que parecen alegrarse de las desgracias

Así se mueve el misterioso árbol de la existencia,
en ocasiones acariciado por brisas serenas
y otras  azotado por recias tormentas,
tal vez buscando una armonía desconocida,
un equilibrio universal que la mente no percibe.
Pues nosotros tan solo podemos mirar al cielo
y contemplar sus doradas puertas,
a la espera de que puedan abrirse ante la felicidad
o cerrarse ante las tristezas

Por Ernesto Marrero Ramírez

Del libro El tiempo y su legado

miércoles, 17 de enero de 2018

El tiempo y su legado



El tiempo y su legado nace de la responsabilidad, de aportar una reflexión ante un momento histórico, donde los sentimientos y la razón se vinculan para brindar, a través de la poesía, un llamado a la justicia, a la dignidad y al honor, donde la finitud de la existencia clama por un sentido de trascendencia y el amor sincero desea retoñar en los corazones resquebrajados o frívolos de tantas personas. Así como enfrentar un flagelo que siempre está latente para engañar y someter a las poblaciones posmodernas, aquellas que son arrastradas por la brisa seca de la indiferencia y el vacío torrente del hiperindividualismo: la tiranía y sus mentiras. Tal vez este libro no sea más que una gota de agua en el océano de la vida, en el mundo del pensamiento y la conciencia, pero como decía la Madre teresa de Calcuta: “A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota”.