«La poesía no pasa de moda, porque es parte de la naturaleza humana»
Ernesto Marrero
Convencido de que a través de la poesía se pueden transmitir mensajes
que induzcan a la reflexión, a la par de despertar sentimientos en el lector
que le permitan conocerse a sí mismo, Ernesto Marrero comienza su carrera como escritor abordando este género
literario, cuenta que el primer libro que publicó de poesías se
llamó Cantos de amor y reflexión, ”surgió como inspiración después de haber ganado un
concurso de poesías llamado El
mes de la poesía del programa Descifra el enigma, de la emisora 88.9fm. del circuito FM. Center, y que estuvo
avalado por la Sociedad de Poetas Ámbito y la Sociedad de escritores del Estado
Miranda. Luego escribí Pasaje
secretos del alma y el más reciente: El jardín de la existencia” – puntualiza-. El autor, por otra parte, se ha abocado a la
tarea de desarrollar una actividad que ha bautizado como: “materialización de
la lectura”, en liceos y diferentes instituciones educativas, con la intención
de motivar a los jóvenes a leer y a entender la importancia de la lectura.
¿La poesía
pasó de moda?
Una vez escribí que la
poesía es el canal que utiliza el poeta para poder expresar lo concebido por el
espíritu. En pocas palabras es expresión interna y la interioridad es parte de
la naturaleza humana. Por eso no puede pasar de moda. El problema está que con
la posmodernidad hay muchos estilos de poesía que se han hecho muy oscuros y
difíciles de descifrar, y otros se han identificado con la llamada
indiferencia, es decir que les importa poco si los leen o no, esto desde luego
ha venido ahuyentando a los lectores. Pienso que las letras pueden convertirse
en piedras que al lanzársele a las personas las pueden adormecer o despertar.
Aquí está la importancia de la intención que tenga el escritor con su creación
poética. Se pude jugar con la oscuridad y la claridad, con lo profundo y lo
llano, para crear poesías con sentido. Lo mismo sucede con otras corrientes
literarias, en mi caso vengo desarrollando literatura reflexiva, donde el
lector puede conectarse con mis escritos y extraer ideas que le ayuden a
entender su momento histórico y sobre todo conocerse a sí mismo. Aludiendo aquí
a una frase que estaba escrita en el pronaos del Oráculo de Delfos: Conócete a
ti mismo.
¿Qué le
impulsó a tomar la poesía como
género para desarrollar, en su labor como escritor?
La poesía es un género
que puede combinar la belleza estética, con la profundidad de las ideas y
transmitir mensajes de mucha intensidad. Aunque hoy en día muchos poetas dicen
que la poesía no está hecha para entenderse yo pienso que sí, que está hecha
para transmitir sentimientos y reflexiones.
¿Cómo
fueron sus inicios como poeta, los autores que inspiraron sus primeros poemas?
La poesía nació de pronto en mí, fue algo espontáneo y repleto de
sentimientos, que cada vez se fue haciendo más importante dentro de mi línea de
pensamientos. De hecho, fue el primer género literario que
comencé a escribir, luego apareció el cuento, después la fábula y la novela.
Ahora estoy convencido de que es un género poderoso y sublime que tiene mucho
que dar. Los poetas con los que me inicié fueron: Gustavo Adolfo Becker, los
hermanos Machado (Manuel y Antonio Machado), Pablo Neruda y Mario Benedetti.
¿De qué
forma se puede rescatar el hábito por la lectura, y por ende la lectura de
poesía entre nuestros jóvenes, que a larga puede formar a futuros escritores?
Para
rescatar el hábito de la lectura hay que trabajar en el eje familiar y en las
instituciones educativas, claro, sin olvidar el papel del estado como ente
promotor de eventos literarios y en la creación de bibliotecas, esos refugios
de ideas donde niños y jóvenes pueden ir a soñar. El ejemplo que se imparta en
el núcleo familiar es un patrón vital para crear futuros lectores, pero la
fuerza mayor la poseen los planteles educativos, y en especial los docentes que
deben tratar de atrapar a los muchachos con lecturas que les agraden y los
enganchen dentro de sus páginas. Si es posible que interactúen con escritores y
que realicen talleres de lectura y de creación poética para que los jóvenes
comiencen a verter sus emociones en un papel y a conocer la capacidad que posee
la poesía para inspirarse con poetas de su agrado. Yo he venido
trabajando en colegios y liceos en lo que he llamado ‘materialización de la
lectura’, es un trabajo con docentes y los alumnos para darle vida a lo que
leen mediante dibujos, maquetas, dramatizaciones y hasta títeres. Con la idea
de hacer más tangible lo que está impreso en un papel, luego comparto con ellos
sus experiencias y me interrogan como el autor de la obra. Esta experiencia ha
sido tan sustanciosa que años después de graduarse me han escrito muchas
personas para agradecerme la experiencia y contarme como ésta les impactó en su
vida. Este mismo dinamismo va a ser la semilla de nuevos escritores que puedan
realizar aportes valiosos a la sociedad- concluye-.