Apocalipsis
Ha llegado el apocalipsis de nuestro amor.
Ha llegado el día final…
Ya mi corazón no suspira con tu presencia
y el silencio que brota de tus ojos
ensordeció mis sentimientos.
Descubrí que eras de miel por fuera
pero de sal por dentro.
Mujer de tortura y oscuros instantes.
Mujer de tormentos.
Nada perdura en esta vida de comienzos y finales
nada perdura para siempre…
Volverás sedienta del vino de mis caricias,
pero mis besos se habrán marchado
a espacios lejanos
donde florece la Verdad,
y ya no estaré esperando tu presencia
ni el aceite de tu piel.
Las oportunidades vuelan en nubes errantes.
Las oportunidades se alejan…
Ya no tendrás un humilde siervo
que se arrodille ante tus caprichos,
y mis labios no aplacarán tus pesares,
mis susurros no rozarán tus oídos,
y mis manos no excitarán tu cuerpo.
Ha llegado el final de nuestro amor
Ha llegado el apocalipsis…
Nuestro jardín palideció con tus mentiras
y la primavera se congeló con el invierno eterno.
Mis lágrimas se quemaron en tus promesas
y nuestras flores se hicieron cenizas.
Ya el juez del corazón dictaminó su veredicto.
Ya las trompetas anunciaron el día final.
Te deseo lo mejor en el viaje que emprenderás.
Te deseo un mundo nuevo…
Y aunque el dolor me traspase con su daga
seré libre de elegir mi sendero.
Mujer de nostalgia y sombríos momentos.
… Mujer de tormentos.
Fuente: Libro El jardín de la existencia, de mi autoría.
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