Que me
juzguen las leyes universales
los
tribunales del Caos y del Cosmos
los jueces
del Inframundo o Perséfone
la diosa de
la Justicia o las Ninfas de la naturaleza
Que me
juzguen el sol y la luna,
los astros
que tanto inspiraron mis letras,
que me
juzgue el hilo de la historia
junto al
verdugo del tiempo
o que me
juzgue el Creador
a quien le
confesé mis errores
y dediqué
mi existencia…
Mas no ha
de juzgarme el ignorante
con su
juicio egocéntrico y limitado
con su
argumento de piedra o de cristal
con su criterio
de rebaño o de jauría
con sus
discursos de humo cortante
En ellos… no confío yo
Por: Ernesto Marrero R.
De mi poemario: Fragmentos de Impermanencia
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