Discurso de
Graduación a los estudiantes de Sexto Grado del Colegio Arturo Michelena año
2024
Queridos estudiantes, padres, abuelos, maestros, directivos, personal administrativo y obrero que hoy se encuentran presentes en esta digna institución.
Una institución que, por cierto, fue fundada en el año 1972, esto quiere decir que ya tiene 52 años de creada. Lo cual me enorgullece, ya que yo comencé a estudiar en ella en el año 75, o sea que tenía 3 años de fundada, cuando comencé el primer grado... y por favor no saquen mucha cuenta, porque yo me puse en eso y me percaté de que, al graduarme en el 81, ya habían pasado 43 años desde que estuve sentado donde están estos muchachos el día de hoy.
Voy a tratar de describir un poco el colegio que recuerdo:
En aquellos años era solo primaria, aunque tenía dos turnos: "mañana y tarde", yo estudié en el turno de la tarde, ¡no sé si por eso es que me cuesta tanto levantarme temprano!...
Además,
había un solo piso, no era como esta estructura tan grande que vemos actualmente.
Ah, por
cierto, había una cantina que estaba ubicada por donde hoy se encuentra el baño
de las niñas, y era tendida por la señora Mery.
Recuerdo nuestro uniforme, con una camisa amarilla, casi anaranjada, y pantalones azules colegiales. En el caso de las niñas, la camisa era azul claro. El de Educación Física era con camisa blanca y shorts cortos azules.
Por el lado del actual preescolar, venían a buscar a los que se iban en transporte. El mío era el del "Señor Pompa", que trabajaba con su esposa la "Señora Pompa", ambos tenían camionetas rancheras que se llenaban por completo.
El transporte más grande era el del "Señor Andrade", un autobús grande, amarillo, donde entraban muchos niños, por cierto. Siempre lamenté que el señor Andrade no tuviera la ruta de mi casa para poderme ir en ese envidiado autobús. Aunque debo resaltar que, con los años, el señor Pompa se compró una camioneta de transporte estilo Vans, que era mucho más grande y cómoda que la ranchera.
Por la
puerta principal se iban los que venían a buscar (le decían el área de mamá y
papá), que siempre eran pocos, la mayoría nos íbamos en transporte.
También recuerdo que la iglesia no estaba terminada cuando hicimos la Primera Comunión con el padre Jaime y cursábamos cuarto grado. Según me recordó mi compañero de aulas y todavía amigo Daniel Odreman, fuimos el segundo grupo en realizarla, aún con los escombros en el fondo y muchas partes en obra limpia.
Fue en el año 1982, cuando se inauguró formalmente nuestra actual iglesia Santo Tomás Apóstol.
Bien, y regresando al presente, recordemos que nos encontramos aquí para celebrar un logro significativo: la graduación de esta promoción de sexto grado. Estudiantes que, durante los últimos años, han trabajado arduamente, han aprendido, han crecido y han formado buenas amistades. Ahora, están listos para enfrentar nuevos desafíos en la escuela secundaria.
Permítanme compartir con ustedes, ya en mi rol de profesor y educador, siete lecciones importantes que espero que lleven consigo mientras continúan su viaje, por este sendero de aventuras, llamado vida:
1. La
curiosidad es la llave del conocimiento: Nunca dejen de hacer preguntas. La
curiosidad nos lleva a descubrir, aprender y crecer. En filosofía decimos que
la clave del conocimiento está en la mejor pregunta que se hace, no en la mejor
respuesta. Así que sigan explorando y haciéndose preguntas sobre los misterios
que encierra este Universo.
2. La
resiliencia es fundamental: A lo largo de su vida, enfrentarán obstáculos y
momentos difíciles. Pero recuerden que cada desafío es una oportunidad para
crecer y superarse. Sean como los grandes colosos que pueden caer, pero se
limpian el polvo y continúan sus batallas.
3. La
amistad es un tesoro: Las amistades que han formado aquí son valiosas.
Manténganlas cerca y apóyense mutuamente. En los buenos y malos momentos, sus
amigos pueden llegar a ser su mayor fortaleza. En mi caso aún mantengo amigos
del colegio y del liceo con los que todavía comparto y a otros que los veo en
los reencuentros anuales que realizamos.
4. Aprendan a ser agradecidos con la naturaleza, con sus padres, sus maestros, ante las lecciones de la vida... ante Dios. Ya lo decía Séneca: "Nada es más honorable que un corazón agradecido".
5. Conserven
los valores que les ayuden a fortalecer su conciencia y que nutran las bases de
nuestra sociedad: el respeto, la dignidad, el honor, la responsabilidad, la
honestidad y el altruismo, recuerden que dar a los más necesitados siempre
enaltece el espíritu.
6. Aprendan
a ser humildes ante sus logros y en la aceptación de sus errores. Esa es la
única forma de aprender. Porque el ignorante que se cree perfecto, siempre vive
con su perfecta imperfección.
7. Sí
utilizan las redes sociales, que sea para extraer un provecho sano, pero no
dejen que ellas los utilicen a ustedes. Tampoco caigan en el burdo espectáculo
o en la turbia idiotez, ni se dejen llevar por modas o tendencias absurdas, y
peor aún, por aquellas que crean antivalores que desmoronan cada día más a
nuestras familias. Edúquense para tener criterio propio y alcanzar el acertado
discernimiento, que les permita diferenciar entre lo justo y lo injusto, lo
provechoso y lo improductivo, la verdad entre las mentiras y lo correcto ante
lo incorrecto.
Y para cerrar esta lección, les quisiera leer un extracto del poema "No te detengas", del poeta estadounidense Walt Whitman, que a mí me ha servido de soporte en muchos momentos difíciles de mi vida:
"No dejes que termine el día sin haber crecido un
poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a
expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo
extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre."
Bueno, queridos estudiantes, hoy graduados de educación primaria. En nombre de los representantes de sexto grado A y B, a los que he tenido el honor de representar esta mañana, les deseo Muchas Felicidades y que las más grandes bendiciones acompañen sus caminos, en el futuro venturoso que les espera a partir de hoy.
¡Gracias... a todos los presentes!
Ernesto Marrero Ramírez
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