En el vasto escenario de la vida
donde los días se entrelazan
como delgados hilos de seda,
bailamos la danza de los instantes…
Somos comediantes fugaces en un
drama eterno,
nuestros corazones laten al ritmo
del tiempo
y nuestras almas, como aves
errantes,
buscan significado en cada giro, en
cada vuelo.
¿Qué es la vida sino un suspiro en
el viento,
un rumor en la inmensidad del
cosmos?
Somos polvo del Universo,
maderos de conciencia que flotan
sobre un océano de misterios y asombros.
Los días se deslizan como vagones
de un tren
y en cada estación encontramos
diversos parajes.
La risa y el llanto, la esperanza y
el desaliento
tejen la trama de nuestra
existencia.
¿Acaso somos marionetas en manos
invisibles
o tal vez arquitectos de un destino
que forjamos?
Quizás la verdad yace más allá de
la razón
más allá de los fenómenos
…más allá de esta conciencia.
Así danzamos, entre luces y
sombras,
entre preguntas sin respuestas y
sueños sin límites.
La vida, como un poema inacabado,
nos invita a escribir versos con
pasión y gallardía.
Y cuando llegue el último capítulo,
cuando las letras se acaben y el
libro se cierre
esperemos que nuestro mensaje haya
sido excelso,
que hayamos amado, aprendido y
dejado huellas
que podamos partir sin el fango del
arrepentimiento.
Porque en este efímero escenario de
la vida
somos más que carne, huesos y
opiniones
más que piezas de un ingente rompeabezas,
somos almas que deambulan hacia la
eternidad
… almas que bailan la danza de los
Instantes.
Por: Ernesto Marrero R.
Desde donde no existe el tiempo ....el sentimiento cuántico nos lleva a un eterno presente ....hoy termino hoy y comienzo ese nuevo hoy....excelente escrito mi querido amigo Ernesto ...siempre transcribes más haya de lo terrenal...
ResponderEliminarGracias por tus palabras querido amigo. Es cierto, debemos vivir en el eterno presente que nos permite valorar la vida con mayor profundidad.
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