Bruma
A José Ostos
¡Qué
iluso fui! ¡Qué iluso!
Una
vez pensé poseer
la
llama prometeica de la verdad,
la
llama que nadie posee.
Porque
la verdad es ignota,
intangible,
es un en sí inescrutable.
Es
un fantasma que a veces
se
deja entrever
…luego
se desvanece en lo etéreo
¡Cuánta
bruma hay en mis ojos!
…
¡Cuánta bruma!
No
alcanzo a ver un claro
que
me guíe fuera de esta maleza
ni
un fuego certero que ilumine
la
penumbra de mi frente
No
entiendo por qué
los
vientos se comen entre sí
y
las voces de acero se derriten
en
el horno de la necedad
Bruma
de finos cristales
que
traspasas mi piel con sutileza,
déjate
llevar por la brisa de estas letras
y escóndete
lejos de mis versos,
donde
mi poesía no pueda encontrarte
Bruma
pesada, viscosa bruma,
permíteme
rasgar tus vestimentas
y
ver más allá de la ignorancia
donde
solo pueden llegar los sabios
… Donde comienza la
libertad
Por: Ernesto Marrero R.
Del libro: El Tiempo y su Legado